sábado, 30 de octubre de 2010

¡Quién lo diría!: quien no quiere sopa, tres platos

Los urugayos votamos dos veces por mantener vigente la espantosa Ley de Caducidad. Pero muchos no se dan por vencidos y siguen dándole vuelta al tema. El Frente Amplio está tratando de aprobar una ley interpretativa que declara a ciertos artículos como "inaplicables". Para mí, es tratar de limpiar barro con más barro, porque es antijurídico que una ley genere efectos retroactivos que perjudiquen a algunos que ya fueron beneficiados por haberse aplicado una ley, y porque tampoco es potestad del parlamento darle rango de constitución a tratados internacionales aprobados con mayorías simples.

El parlamento tiene todo el derecho a derogar una ley que haya sido defendida por los ciudadanos, y también de aprobar una ley que fue rechazada por los ciudadanos. Claro que es una falta de respeto a nosotros que el Frente Amplio intente hacerlo. Si lo logran, le perderemos el respeto a los mecanismos de democracia directa, los que defendieron a muerte durante décadas.

El colmo de los colmos es que a algunos no les basta con dos plebiscitos: proponen un tercero. Es increíble que a un año de haber votado propongan hacerlo de nuevo. Como dice Pancho Arocena y Schroeder, ¿hasta cuaaando?

domingo, 24 de octubre de 2010

Hidrofobia, hidrofilia: GP de Corea de 2010

El circuito de Yeongam estaba impresentable, embarrado y a medio construir. La primera vuelta a toda velocidad ocurrió a más de un tercio del recorrido, y las últimas se dieron con luz precaria. ¿Quién diría que esta carrera sería una de las mejores de la Fórmula 1 de los últimos años?

Todos se quejaban de que el entorno de la pista era de obra, que estaba bacheada, sucia y peligrosa. La lluvia la arruinó por completo... para bien de la Fórmula 1. Este tipo de carreras separa a los buenos pilotos de los grandes. Limar milésimas en pistas es todo un arte, pero me quedo toda la vida con esto de sobrevivir a la adversidad.

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A pesar del menor recorrido a fondo, bastó y sobró para ver mucha acción en pista y para que algunos candidatos dejaran puntos por el camino. A Mark Webber se le fue la trompa en una curva, y tratando de mantener el auto en pista patinó; Nico Rosberg no pudo esquivarlo y chocaron definitivamente. Su compañero de Red Bull, Sebastian Vettel, punteaba con cierta comodidad cuando el motor Renault se rompió y dejó a los austríacos con las manos vacías.

Esta vez, la sangre latina de Fernando Alonso y Felipe Massa se enfrió para bien de ambos y las Ferrari lograron un 1-3 que les levantó el ánimo a los tres. Quedaron separados por Lewis Hamilton, quien en vez de arriesgarse como de costumbre decidió a esperar que los demás fallaran y le funcionó. Michael Schumacher sí atacó mucho y arribó cuarto reafirmando que sigue en condiciones de dar grandes espectáculos con prolijidad.

De Alemania hasta la fecha, el asturiano cosechó cuatro vitorias, dos podios más y un abandono en Spa-Francorchamps. Así, saltó de quinto con 98 puntos y a 47 del puntero a líder con 231 puntos, 11 sobre Webber y 21 sobre Hamilton. Pero Vettel tiene 206 y Button 189, por lo que aún pueden resultar campeones si los otros cuatro fracasan en obtener puntos gordos en Interlagos y Abu Dhabi. No sólo el aire y el asfalto estarán calientes allí.

sábado, 23 de octubre de 2010

Los europeos también son flechados

Los europeos se burlan de las carreras de la Nascar y la IndyCar en óvalos de los estadounidenses, porque giran siempre para el mismo lado. Eso los hace menos habilidosos que los del Viejo Continente, dicen. Pero los europeos son flechados para el otro lado: la inmensa mayoría de sus circuitos de primer nivel tienen sentido de giro horario.

En la temporada 2011 de la Fórmula 1 habrá trece circuitos horarios, Suzuka con su ocho loco, y seis antihorarios: Estambul, Valencia, Singapur, Abu Dhabi e Interlagos. Los demás campeonatos europeos y pseudo mundiales rara vez superan los tres circuitos antihorarios. Además de Estambul y Valencia, a veces visitan Cheste, Aragón, Boavista, Adria, Imola, Sachsenring, Lausitzring, Norisring, Rockingham... y hasta ahí va la lista.

Cinco de los seis circuitos antihorarios de Fórmula 1, en concreto todos salvo Interlagos, son obra del inefable Hermann Tilke. Si en algo debemos agradecerle es en contrarrestar las rotaciones de esos pilotos: la variedad de escenarios siempre es positiva.

Lo raro es que a los responsables de las categorías escuela no les parece importar demasiado darles experiencia a los jóvenes pilotos en dar vueltas para el otro lado. Tener un físico simétrico les sería útil cuando les toque llegar a lo más alto.

¿Por qué pasa que los europeos prefieren los circuitos horarios? No tengo idea. De hecho, si el volante está a la izquierda del auto, lo más cómodo es doblar hacia la izquierda. Eso no importa en motos ni monoplazas, pero sí en autos con techo y podría ser una razón para usar el criterio inverso. Lo más probable es que Obelix tenga la respuesta correcta: "los europeos están locos".

Ojalá que la IndyCar algún día corra en un óvalo en sentido horario.

miércoles, 13 de octubre de 2010

A desempatar los partidos de fútbol

Los estadounidenses son fundamentalistas con respecto a los deportes: uno gana, el resto pierde. "Es como besar [en la boca] a tu hermana", dicen desde hace más de medio siglo. Los europeos históricamente han permitido empates en deportes de pelota, porque consideran que si dos equipos son igualmente buenos, sería injusto que uno debiera ser declarado mejor que el otro. Esto tiene como excepción los torneos de corta duración, donde tarde o temprano uno debe quedar eliminado y el otro pasar de ronda o alzarse con la copa.

En el básquetbol y el golf es muy fácil prevenir empates, porque los participantes puntúan constantemente. En el fútbol es dificilísimo, porque los goles son muy poco frecuentes. Los alargues de 30 minutos de la Copa Mundial y muchos otros torneos se hacen eternos, y pocas veces sirven para definir un partido. Y es muy poco atractivo elegir el ganador de un partido de un deporte de equipo que dura 90 ó 120 minutos usando un jugador pateando penales a un arquero.

Por eso propongo hacer exactamente al revés: comenzar cada partido con una tanda de penales. Si al terminar los 90 minutos el partido está en igualdad de goles, gana el equipo que ganó la tanda de penales. Es una forma entretenida de iniciar el juego, y aumenta las chances de que cada hinchada tenga algo que festejar. Además, cuando el partido va empatado, al equipo que perdió la tanda de penales le basta con convertir un gol para ganar. Y si el equipo que ganó la tanda de penales pierde por un gol, le basta con convertir un gol para revertir el resultado. Que el resultado del partido pueda cambiar tan fácilmente haría al fútbol mucho más atractivo que ahora.

En el caso de fases eliminatorias a dos partidos, como la Liga de Campeones de la UEFA y la Copa Libertadores, se ejecutarían cinco penales por bando en el primer partido y otros tantos en el segundo, y se usaría el saldo de goles como criterio principal y el resultado de la tanda de penales como criterio secundario.

En un campeonato de liga, podría otorgarse cero puntos al equipo que pierda por goles, uno al que empate y pierda por penales, tres al que empate y gane por penales, y cuatro al que gane por goles. Eso daría argumentos al equipo que ganó la tanda de penales a hacer más goles, y al equipo que perdió la tanda de penales a evitar que eso ocurra.

lunes, 4 de octubre de 2010

Ganassi arrasa: cuarta etapa 2010 de la IndyCar

Victorias en las 500 Millas de Indianápolis, las 500 Millas de Daytona y las 400 Millas del Brickyard este año significaron mucho para Chip Ganassi. Pero jamás se sentiría satisfecho con sólo lograr eso. Él quería el título de la IndyCar a toda costa, y lo logró. El escocés Dario Franchitti ganó en Mid-Ohio y Chicago además de Indianápolis. Llegó entre los primeros cinco lugares en 13 de 17 carreras, y su peor resultado fue por una rotura mecánica inusual en la categoría. Así superó por cinco puntos al australiano Will Power de Penske, quien ganó cinco carreras y llegó cuarto o mejor en los nueve circuitos mixtos, pero fue tercero en Motegi, quinto en Iowa y octavo o peor en los demás óvalos.

Franchitti escala posiciones en el panteón de los grandes pilotos de monoplazas estadounidenses. La combinación de tres campeonatos y dos victorias en Indianápolis es superada únicamente por nada menos que AJ Foyt, Al Unser Sr y Rick Mears, con cuatro victorias cada uno y siete títulos en el caso de Foyt. Además, Franchitti está 11º en cantidad de victorias con 26. Está en su mejor forma y con ganas de seguir arrasando.

Tanto Power como su equipo cometieron muchísimos errores a lo largo del año. Paradas caóticas, recargas de combustible mal calculadas y errores de pilotaje le impidió ganar el campeonato. En los muchos años que le restan en la categoría (tiene 29 años), deberá aprender mucho de sus compañeros de equipo para lograr alzarse con la victoria en óvalos y poder ganar títulos.

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El compañero de equipo de Franchitti, Scott Dixon, y los de Power, Hélio Castroneves y Ryan Briscoe, llenaron los cinco primeros puestos del campeonato, con tres, tres (más Edmonton) y una victoria. Obviamente están entre los diez mejores pilotos de la categoría, pero llegar con Ganassi o Penske a la última fecha sin poder pelear por el campeonato es un fracaso. En particular, el Capitán deberá pensar en cómo dar vuelta la situación de su equipo, que desde 2006 que no gana un título.

Algo más contentos quedaron Tony Kanaan y Ryan Hunter-Reay, quienes hicieron volver a ganar al equipo Andretti. Pero estando consolidados como tercer mejor equipo de la categoría, no logran dar el paso final para ponerse a la misma altura que Ganassi y Penske.

La cosa no anda mucho mejor para los otros dos pilotos Andretti. Marco anduvo bien en los óvalos, con tres terceros puestos, un sexto y un séptimo, pero en circuitos mixtos aún se muestra demasiado violento y genera demasiados accidentes a sus rivales. Lo de Danica Patrick fue para el olvido, con actuaciones decentes en óvalos pero desastrosas a la hora de doblar a la derecha. Terminó décima en el campeonato, su peor resutlado desde su debut en la categoría. Patrick ya tiene la cabeza en la Nascar, y es hora de que su cuerpo también lo esté.

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Dan Wheldon ya no debe de soportar seguir sin ganar carreras. Fue el sexto mejor en óvalos, pero la falta de compañero de equipo le viene complicando la vida en circuitos mixtos. Un Justin Wilson a su lado le ayudaría un montón.

Fuera de los diez primeros, es difícil sentirse satisfecho. Justin Wilson padeció la lesión de su compañero de equipo Mike Conway y la permanente rotación de suplentes. Con un buen piloto de óvalos cerca, podría hacerle frente a los de Andretti. Vitor Meira y Alex Tagliani siguen en buen forma y compitiendo de manera permanente para equipos medianos, algo que ni Paul Tracy ni Tomas Scheckter ni Oriol Serviá pueden decir.

Luego vienen los jóvenes que no consiguen ascender: Raphael Matos (no tan mal pero no tan bien), Mario Moraes (inconsistente a lo Marco), Alex Lloyd (Novato del Año 2010 a pesar de que dejó la Indy Lights en 2007) y Viso (insuficientemente competitivo). Más atrás en la tabla final están los verdaderos novatos (Simona de Silvestro y Bertrand Baguette anduvieron muy bien, Mario Romancini se quedó sin dinero), las decepciones (Hideki Mutoh y el kamikaze Takuma Sato) y la inefable Milka Duno.

Veremos cuáles de éstos, cuáles de entre Graham Rahal, Mike Conway, Tracy y Carpenter y cuáles de los pilotos jóvenes (Ana Beatriz Figueiredo, Sebastián Saavedra, Adam Carroll, J. R. Hildebrand, Jean-Karl Vernay) consiguen volver / permanecer en 2011.